Nunca había visto a tanta gente opinar al mismo tiempo sobre qué pasará con los precios de las criptomonedas. No dejan de saltarnos alertas de pánico y el índice de miedo y avaricia tiene sus días. Pero, en general, nos marca niveles que suelen implicar vueltas de tendencia. Como muestra en su gráfico Ivan On Tech:
Que haya una fuerte caída de precios no confirma que la tendencia principal haya cambiado. Que los precios caigan no implica que, simplemente, vayan a caer más. De hecho, esos son los momentos en los que más podemos esperar una cierta reversión a la media. Son los momentos en los que un cierto equilibrio, una cierta armonía son deseables y esperables.
Los mercados tienden a estar en armonía, en equilibrio, considerando ciertas métricas como las medias y ciertos niveles clave. Las medias nos muestran qué zonas es probable que se retesteen antes de seguir cayendo. O seguir subiendo. En 2017 fue un excelente indicador de cuándo comprar BTC ya que cada vez que llegaba a las medias rebotaba; y lo hacía con frecuencia.
En 2018 esos soportes se convierten en resistencias. Se ve especialmente bien en la bufanda marcada en colores. Aunque también se ve con las velas en el entorno de los 12K USD de BTC, convirtiéndose en este caso en resistencias macro.
Pasó como con el Cochinillo de San Martín: Se acostumbra a acercarse al humano con la esperanza de que le alimente hasta que un día se acerca y no encuentra comida. Encontramos el jamón en la mesa en nochebuena. El cerebro funciona así, estímulo y recompensa.
La mayor parte del apalancamiento en el mercado ahora son posiciones cortas (apuestas de que el precio va a caer). Sabemos esto porque el precio colapsó y el apalancamiento no bajó. Si vemos un rally, podría desencadenar la madre de todos los “apretones cortos”, short squeeze. Hablamos de velas de 10K USD. Tesis avalada por los datos onchain (sobre la propia red). Veamos en más detalle.
Es cierto que el precio ha caído y no se han creado nuevas direcciones, en el muy corto plazo. Implica que puede haber algo más de caída, hasta volver a las zonas de verde claro. Lo no tan negativo es que no ha habido apenas distribución, había más en primavera.
Sigue saliendo ETH de los exchanges, incluso a corto plazo. Pero no deja mínimos decrecientes.
En Ethereum sí vemos creación de nuevas direcciones. Pero el precio ha seguido desplomándose y no han acumulado más. De nuevo, puede ser el preludio de más caídas a corto plazo. A pesar del optimismo de medio-largo plazo.