De compartir información a transmitirnos valor por la red:
Las finanzas descentralizadas han permitido a ciento de miles de personas en todo el mundo cambiar su dinero por una moneda estable, poder ahorrar a valor de dólar y ganar intereses de forma pasiva, muy por encima de lo que ofrecen a día de hoy más de la mitad de los bonos soberanos de muchos países. También han permitido pedir prestado utilizando esa moneda estable de colateral sin permisos, sin documentación, ni datos ni horarios. Esto que parece simple, en lugares del mundo dónde se vulneran una y otra vez los derechos más fundamentales de las personas, fue una gran innovación y ha tenido un impacto social sin precedentes, llevando a las DeFi a una adopción mucho más rápida de la que ha tenido el bitcoin desde el 2009. DeFi no solo ha permitido a estas personas comprar bienes y servicios tanto en lugares físicos como en él e-commerce, no sufrir la inflación del dólar, protegerse de la depreciación y devaluación de su moneda local, viajar por todo el mundo con un simple teléfono móvil para acceder a su dinero o crear sus propios productos financieros, si no que también ha permitido algo mucho más importante que todo esto, ha permitido que a través del aprendizaje y la enseñanza entre unos y otros, muchos más puedan sumarse a este movimiento, permitiendo entre ellos crear micro nichos financieros independientes fuera del control, la censura y la imposición, ayudándose con envío de remesas o el pago de deudas.
Por lo tanto, teniendo claro lo que las DeFi 1.0 nos han traído, las DeFi 2.0 apuntan de entrada a una mejora sustancial de todo esto descrito, falta ahora verlo materializado sobre el terreno, en la red. Internamente el equipo core de inversión y estrategia de BELOBABA creemos firmemente que para solucionar un problema antes debemos entender cuál es ese problema, si realmente necesita una solución y, en este caso, si las DeFi 2.0 es la solución.
En las DeFi 1.0 hay 2 claros actores, los cuales generaron todo el movimiento siendo además las tendencias dominantes en este nuevo arte financiero:
1) Los proveedores de Liquidez como Servicio.
2) Los protocolos de “segundo orden” que automatizan, mejoraron o ampliaron los modelos DeFi existentes.
Si hacemos uso de las matemáticas financieras, podemos entender que hoy la minería de liquidez está cayendo en desgracia por diversas causas, la más incuestionable es el gasto continuo que esta ejerce en los balances del protocolo, eso contando con que los proveedores de liquidez ayudan a los protocolos a comprar su liquidez de una forma muy eficiente.
Todo este malestar y agotamiento de la industria DeFi llevó a desarrolladores y emprendedores a pensar fuera de su zona de trabajo, con la necesidad imperiosa de sacar de la chistera nuevas ideas en forma de ingeniería financiera, bajo criptografía y matemáticas con el fin de motivar a un sector que parece entrar en caída libre. El capital en este tipo de sistemas financieros necesita sí o sí de un entorno más estable que rentable.
Aparece (al igual que lo hizo Uniswap en su momento) un servicio innovador, #Olympus DAO, un protocolo que nos ofrece la primera oferta de minería de liquidez, algo único en el sentido de que proporciona a los protocolos una forma de comprar permanentemente su liquidez, al tiempo que garantiza un nuevo canal de demanda para sus tokens.
Este nuevo servicio tiene como objetivo inicial fusionar la innovación con la tesorería en el entorno DeFi, vinculación que resuelve un problema recurrente y que es, además, motivo de enfrentamiento en los protocolos DeFi; “El incentivo de minería de liquidez”.
Al ser de naturalezas diferentes la liquidez y la seguridad, merecen al menos tener también diferentes sistemas de incentivos. Sabemos que es inevitable que una blockchain necesite de seguridad para sobrevivir, por lo tanto la propia blockchain pagará por ello, ya que la seguridad no puede ser comprada directamente por ninguna red, por lo tanto podemos decir que la red alquila esa seguridad a terceros y a perpetuidad. En este punto podemos entender que la liquidez en un protocolo DeFi es vital también para sobrevivir, pero a diferencia de la seguridad, esta sí se puede comprar directamente a mercado. De esta forma al tratar la liquidez como un activo permanente en lugar de temporal se abre la puerta a un sistema de incentivos completamente nuevo para transformar la liquidez temporal propiedad del mercado, en liquidez permanente propiedad del protocolo. Olympus DAO fue el primero en darse cuenta de esto y lo aplicó a su construcción y funcionamiento, basando este funcionamiento en algo tan simple como necesario, “vender una acción LP al protocolo a cambio de su token nativo OHM”. El protocolo incentiva a los usuarios a vender sus tokens LP ofreciendo OHM a un precio con descuento, canjeable a medida que se consolida cada bono.
En lugar de recompensar la liquidez temporal a corto plazo, Olympus cambia el concepto de minería de liquidez e incentiva a los usuarios a vender permanentemente al protocolo, creando un flujo de dinero a largo plazo el cual aporta una serie de beneficios secundarios al sistema, en forma de mejoras en las negociaciones, en las garantías, en la estabilidad de los precios o la generación de ingresos a cambio del gasto.
Para entender un poco mejor esta evolución es aconsejable seguir de cerca a protocolos como #FeiProtocol y #OndoFinance ya que estos ofrecen nuevas opciones económicas en DeFi a través de Olympus. Podemos ver que estamos al comienzo de una nueva era o etapa en este mercado de capitales descentralizado que se está gestando día a día, reemplazando la dependencia y adicción que tiene DeFi de los programas de minería de liquidez insostenibles. Toda esta innovación nos acercará cada vez más a no abusar de la naturaleza componible de las DeFi, construyendo así nuevos modelos que mejoren a los actuales, pero sin volver a tener procesos poco serios y atractivos, capaces de hacer un fork y darle todo el equity a la gente que lo está utilizando, lo que llamamos y vimos (entre Uniswap y Sushiswap) el “Vampire Mine”.
En este término, modelos como #PopsicleFinance, #ConvexFinance o #MinSpell actúan cómo proveedores que automatizan y simplifican los servicios y los micro procesos en DeFi, con la salvedad de que los protocolos de mejora en DeFi 1.0 (convex o Popsicle) no crean ni traen innovación, y en cambio los protocolos operativos (Min spell) mejoran mucho la eficiencia del capital. Si nos ponemos observadores, desde el 2017 hasta la fecha, parece evidente que #abracadabra.money mejora con creces el modelo de los CPD sacados por #MakerDAO, por el simple hecho de usar activos que generan rendimientos como garantía y por tener un respaldo de liquidación mucho más profundo debido al aumento del tamaño de esta garantía.
Por terminar este artículo, creo que ahora ya podemos estar de acuerdo en que cada nueva capa que aflora en DeFi nos crea otro nivel de riesgo, de responsabilidad y de conocimientos añadidos, obligando a todo el sector a no sucumbir como si fuera un castillo de naipes fruto de la propia evolución que está experimentando, por lo que no veo sensato colocar etiquetas a todo lo DeFi para ubicarlo, si no que veo más preciso establecer pautas de aplicación para entenderlo.